1 dic 2010

Opera Prima

En este cuento de ciencia-ficción, animado por espíritus clásicos, Gin Hindew (su blog es: http://homo-antropos.blogspot.com/), desde Hidalgo, México, contraataca. Leí el cuento y le pedí poder colgarlo también aquí, en Vamurta, para que otros pudieran leerlo y disfrutarlo. En muy pocas líneas se dicen muchas cosas, aparte del goce estético. Hay algo intemporal en él, y eso enseguida me gustó, como si hubiera una verdad en el fondo del lago.
Quizás recordaréis a este escritor y dibujante por las ilustraciones que hizo de Antigua Vamurta (artista mexicano ilustra Vamurta), de las que dejo enlace. Nos encontramos en Foro de Literatura y bueno, desde entonces nos vamos leyendo. Sin más, el cuento.


La fila no avanza y me empiezo a sentir nervioso, ha pasado algo de tiempo pero ya sabía que iba a ser tardado, sin embargo al verlos a todos con sus hijos siento algo hacia el mío… Creo que es vergüenza.
Lo hice con cuidado, uní sus manitas con una aguja muy fina y me pinché los dedos con ella, sus piernas están hechas de tela envuelta sobre metal para darle firmeza, el torso puede girar casi por completo y el conjunto de hombros y brazos funciona bien y hasta se estira un poco, los acabados son a mano, por supuesto, pero los hice con dedicación, lo he forrado de tela suave y resistente, el color es tenue pero constante, debería sentirme satisfecho.
En su momento le puse empeño, demasiado según yo, me pasé noches enteras haciendo el modelo desde el instante en que tuve la inspiración, aquel día en que vi su carita sonriente mirándome desde el espejo, investigué algunas técnicas de moldeado y me apliqué a ello, el resultado es de un color suave y sonrosado, de superficie lisa casi uniforme, pero al ver los otros niños no dejo de sentirme inquieto, la mayoría de los futuros padres traen hijos como el mío, hechos con la mano de una persona entusiasta, pero sin talento.
Son solo unos cuantos los que han traído hijos realmente increíbles, la mujer que está más al frente tiene un niño precioso, no para de contar los años que se ha pasado ensamblando un cuerpo ligero y resistente hecho con materiales de ultima generación, dice que cuando esté vivo su niño podrá saltar como un gato y que será un as en todos los deportes, el acabado también es grandioso, parece completamente moldeado en una pieza aunque nos ha dicho que es una cubierta de látex marfilado y tallado para darle ese aspecto níveo y firme.
El que viene tres turnos antes de mí, admite que ha descuidado el físico por enfocarse hacia lo mental, dice que su hijo tiene un cerebro hecho de zafiros engarzados y un sistema nervioso sensible a todo tipo de superficies, dice que no importa a que se dedique, será un genio aunque parece pretender que se convertirá en un artista.
Vuelvo a ver el mío, parecía tan hermoso cuando terminé de hacerlo, ahora se ve tosco y sin gracia, ¿cerebro?, ¿estructura?, ¿acabados? Nunca se me pasó por la cabeza, solo quería un hijo que fuera mío, creí que con tenerlo sería suficiente pero ahora ya no estoy seguro.
Mi turno ha llegado y estoy frente a la máquina, el animador me mira extrañado y se oyen rumores en la fila, no se que hacer pero avanzo y lo pongo en la plataforma, lentamente mi hijo cobra vida.

Cuento Ciencia Ficción
cuentos ciencia ficción


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15 comentarios:

  1. Ups, penaba que había comentado antes, pero se borró o lo hice mal...decía que me intriga la mezcla de ternura y frialdad, pero que eso lo hace muy emocionante. La última frase es estupenda.

    Enhorabuena al autor y gracias a ti. Saludos.

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  2. El relato tiene mensajes implícitos "solo quería un hijo que fuera mio", descripción detallada y elegante y un toque de ingenuidad flotando en el relato. Muy bueno guey.

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  3. Vayaaaa, es un cuento que te deja con ganas de mas, este pobre hombre que siente envidia de los prototipos de hijos de los demás, creo que no ve que es el único que realmente le hizo con amor y ya esta, que si deseas demasiado la perfección se puede llegar a estropear...
    Magnifico cuento Igor, gracias por traérnoslo y dale las gracias al artista por dejártelo traer
    Sip, definitivamente sabes hacer entradas que susciten energía e interés
    Un beso y hasta la próxima

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  4. Un muy buen relato. No pude evitar pensar en la historia de Pinocho. Quizás, en el futuro, cosas como la que se señala en este cuento sean pan de cada día. Me causa curiosidad el pensar hasta donde podrá llegar nuestra especie: El Homo Sapiens.

    Aprovecho este comentario para invitarte a leer un fragmento de mi novela, que subí al blog: Fantasía Austral

    http://fantasiaustral.blogspot.com/2010/12/fragmento-el-camino-de-atsu-por-javier.html

    Ojalá puedas darme tu opinión. Lo valoraría.
    Saludos!

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  5. Igor, a poquito que hayas visitado mi blog sabes que este cuento me ha entusiasmado...
    ¡es precioso¡ por su originalidad...y porque este modo de contar los cuentos te hacen pensar en cosas más transcendentales...porque por todas las ciudades se ven tipos guapísimos que parecen zombis...jaja...
    Sí, mucho para pensar...
    Y muchas gracias, Igor por compartir el talento que encuentras...
    Gracias y un beso.

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  6. La gran duda de tener o no tener hijos. Los miedos a cómo serán. ¿Guapos, inteligentes, simpáticos, o todo lo contrario?

    !CREAR! Hacer hijos a "la carta" sería genial, pero realmente tendriamos que priorizar y eso es muy difícil. ¿Eres padre?

    La duda del prota me hace reflexionar (sobre todo porque me hicieron la vasectomía ayer).

    Saludos

    Saludos

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  7. ¡Genial! Uno de esos relatos que te ponen la reflexión de gallina. Yo soy de la opinión que hay muchas maneras de ser padres o madres y cada vez habrá más.
    Buen salto al futuro, ahora tengo que lavarme la cara de presente para regresar

    ¡Felicidades!

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  8. Al grito de "Está vivo, vive!! " felicito al autor, Gin, y a tu buen criterio.

    Pequeño y contenido. Mi aplauso.

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  9. ¡Yau! Qué bien que guste. Y qué bien que entre todos hayamos destripado el cuento de Gin. Hay muchos temas en poco espacio y una buena historia.
    Sí que está Pinocho por ahí, pero hay algo peor: la idea que los hijos pueden ser un instrumento en manos de los padres. Un instrumento de su propia vanidad. Terrible. (GIN, si no es así, ¡dame una colleja!
    Y hay una frialdad que vertebra el texto, la frialdad de los progenitores.

    (PD:Dissortat, sí soy padre. Tengo una niña de ocho años, compleja, vital, impaciente y alegre. Y lo de la vescatomía me parece ya una buena idea. Soy un padre eco-eco-sostenible, y cada niño es una unidad de consumo energético).
    Saludos.

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  10. ¿Frío? Escalofriante. Y a la vez tierno y esa idea del padre como "amo" del niño. Interesante. Me ha gustado. Gracias

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  11. Un hijo que antes de nacer ya lo avergonzaba. Duro.

    Bueno, no se puede negar que la lectura engancha mágicamente, me metí sin darme cuenta. Me dio pereza iniciar, pero una vez dentro, como el niño al cobrar vida, pero sin que fuera lamentable, me adentré y fue rete fácil leerla. Yo diría que es muy bueno este cuento de ciencia ficción. Me encantó.

    Un abrazo,

    Andri.

    Ps: Como soy más curiosa que un niño hecho por manos inexpertas, fui a husmear al blog de tu amigo. Ahí estoy. Luego le echo una leída a sus letras en su blog. Ta lueguito!!!!

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  12. Otra vez gracias por ponerlo aqui Igor, veo que cada quien toma su propia version y eso siempre me causa mucha gracia pero concuerdan en que les ha gustado y eso por supuesto me alegra

    Saludos

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  13. Estupendo.
    Me emocionó la ternura por este niño o por su padre esperanzado e inseguro.
    Y también el amor hacia sus retoños de esas madres/padres que aprestan a sus hijos a ser los mejores, pues toda madre/padre quiere para su hijo lo mejor. Hasta hace parecer al protagonista un ser poco generoso por atender a una necesidad propia (le basta con tener un hijo suyo sin importarle tanto la perfección de la manufactura)

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  14. Este cuento de ciencia-ficción, helado casi, a mí también me encantó. Y sin mencionarlas, cuenta muchas cosas.
    Gracias por pasarte.

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