23 nov 2014

Inocentes

En 1955 el realismo social se impone en la poesía española. Yo los llamo los «santos inocentes». Por suerte este movimiento pasó, ya que dio poesía bienintencionada y mediocre.  Blas de Otero, con Pido la paz y la palabra y Gabriel Celaya con Cantos iberos, fueron los grandes exponentes. La posterior evolución de Gabriel Celaya sí es muy interesante.
Ellos decían cosas como “un poeta es, por de pronto, un hombre”, o “Escribo como escupo” lanzó al aire Blas de Otero. Creían, los pobres, que podrían cambiar la condición humana lanzando ráfagas de versos, versos coloquiales. Gabriel Celaya sostuvo que “la poesía es un instrumento, entre otros, para transformar el mundo”. ¡Ah!, y aquel verso tan afortunado como inocente: «la poesía es un arma cargada de futuro». Que majos fueron.

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6 comentarios:

  1. Lo dicho en tu post lo he pensado varias veces y suscribo todo lo que en él escribes. Apóstoles de la esperanza, majos e inocentes... Cito de memoria: "Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales,,," que decía Gabriel Celaya.

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  2. Así que, Demián, tienes buen memoria. Dicen que es un arte. La mía sólo retiene imágenes. Es así, creyeron, llenos de fe, que algo podrían cambiar. Y efectivamente Celaya afirmo lo que recitas de memoria. Ay, debo recordar a Celaya, que fue un gran poeta.
    Saludos.

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    1. Celaya... dejó su trabajo de ingeniero para dedicarse a la poesía completamente y, cuando padeció la falta de medios para comer, abrió la espita del gas. Menos mal que reaccionó a tiempo. "Porque vivimos a golpes / porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos/ estamos tocando el fondo:::" (También de memoria, disculpas si no es exacto)
      Saludos.

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  3. Caray, eso no lo sabía. Pobre hombre, que disgusto se debió llevar. La poesía es un arma cargada de futuro pero vacía de billetes. Vivimos a golpes, a sacudidas, en una carretera de curvas y mal asfaltada, eso seguro. Si Celaya pensó que podía vivir de la poesía.... ¡Inocente!
    Saludos.

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  4. Me sorprendió hace unos años saber, por una entrevista en la radio a su mujer, que Celaya tuvo que vender su biblioteca, con toda la amargura de corazón, a la Diputación de Guipúzcoa porque necesitaba el dinero.

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  5. Lo de que Celaya se vendiera su biblioteca tiene, aunque no lo parezca, su lado positivo. Le dieron dinero. ¿Si se la vendiera hoy que ocurriría? Que el comprador le diría, "pero, hombre, de que te quejas de que no te dé nada, si encima te bajo los libros".
    Es mejor ganarse la vida en algo y, además, escribir. Escribes menos pero se es más libre.
    Saludos.

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